miércoles, 3 de diciembre de 2008

Sapo Dorado


El sapo dorado o sapo de Monteverde (Bufo periglenes) es una especie de anfibio anuro que vivió en unos pocos lugares en el bosque de Monteverde, en Costa Rica, en América Central. Está clasificado por la IUCN como extinto.[1] Desde 1989 no se ha visto un sólo espécimen del sapo dorado.
Esta especie, que fue descubierta en 1966, sólo se habitaba en una pequeña región de gran altitud del bosque nuboso en Monteverde, en un área de aproximadamente 10 km². La extinción del sapo dorado se cita como parte del declive en las poblaciones de anfibios, y este se ha vuelto la bandera de dicho declive. Entre las causas que se le atribuyen a su extinción se encuentra el cambio climático por calentamiento global.


Extinción

Hasta fines de 1994, cinco años después del último avistamiento, los investigadores todavía esperaban que el Sapo Dorado continuara vivo en refugios subterráneos, de manera similar a otras especies de sapos que tienen ciclos de vida de más de doce años.[4] En el año 2004 la IUCN listo la especie como extinta, después de una evaluación involucrando a Savage, el herpetólogo que había descubierto la especie treinta y ocho años atrás. La declaración de la IUCN fue basada en la falta de avistamientos desde 1989 y la falta de resultados positivos de la extensiva búsqueda que se ha llevado a cabo desde entonces.[1]
Tim Flannery describe la extinción del Sapo Dorado como la primer extinción en Costa Rica debida al calentamiento global,[2] pero esta no es la única explicación acerca de la extinción del Sapo Dorado. Jennifer Neville, de la Northern Ohio Association of Herpetologists, examina las diferentes hipótesis que intentan explicar la extinción del Sapo Dorado en su artículo "The Case of the Golden Toad: Weather Patterns Lead to Decline". Nevile llega a la conclusión de que la hipótesis de la corriente de El Niño esta claramente soportada por los datos disponibles.[4] La IUCN da un número de razones posibles en su descripción de las últimas amenazas a la especie, entre ellas: la limitada área de hábitat del Sapo Dorado, el calentamiento global, enfermedades como chytridiomycosis y la polución del aire.[1] Neville también menciona como posibles factores que contribuyeron a la extinción del Sapo Dorado al: al: incremento en la radiación UV-B, hongos o parásitos y bajos niveles de pH.[4]




No hay comentarios: